KIEV/JÁRKOV.- Las fuerzas ucranianas siguieron empujando hacia el norte en la región de Járkov y avanzando hacia el sur y el este, dijo ayer el jefe del ejército ucraniano, un día después de que sus rápidos avances obligaron a Rusia a abandonar su principal bastión en la zona.
El presidente Volodímir Zelenski celebró la ofensiva como un potencial avance en una guerra que dura ya seis meses, y dijo que en el invierno boreal podría haber más ganancias territoriales si Kiev recibe armas más potentes.
El comandante en jefe de Ucrania, el general Valeriy Zaluzhnyi, dijo que las fuerzas armadas recuperaron el control de más de 3.000 kilómetros cuadrados desde principios de mes.
“En la dirección de Járkov, empezamos a avanzar no solo hacia el sur y el este, sino también hacia el norte. Quedan 50 kilómetros para llegar a la frontera estatal (con Rusia)”, aseveró.
El silencio casi total de Moscú sobre la derrota -o cualquier explicación sobre lo ocurrido en el noreste de Ucrania- provocó la ira entre algunos comentaristas proguerra y nacionalistas rusos en las redes sociales. Algunos pidieron el domingo al presidente Vladimir Putin que haga cambios inmediatos para asegurar la victoria final en la guerra.
Los logros son importantes desde el punto de vista político para Zelenski, que intenta mantener a Europa unida detrás de Ucrania -suministrando armas y dinero- en un momento en que se avecina una crisis energética invernal tras los cortes del suministro de gas ruso.
Zelenski afirmó que las fuerzas ucranianas seguirán avanzando. “No nos quedaremos quietos. Avanzaremos de manera lenta y gradual”, aseveró a la CNN.
El derrumbe
Moscú abandonó el sábado su principal bastión en el noreste de Ucrania, en un repentino colapso de una de las principales líneas del frente de la guerra, después de que las fuerzas ucranianas amenazaran con rodear la zona en un sorprendente avance.
La rápida caída de Izium, en la provincia de Járkov, fue la peor derrota de Moscú desde que sus tropas se vieron obligadas a retroceder de la capital, Kiev, en marzo. Podría ser un punto de inflexión en una guerra que dura ya seis meses y en la que miles de soldados rusos abandonaron sus equipos mientras huían.
La agencia de noticias estatal TASS citó al Ministerio de Defensa ruso diciendo que había ordenado a las tropas que abandonaran los alrededores para reforzar las operaciones en otros lugares de la vecina Donetsk.
El jefe de la administración rusa en las zonas de Járkov que controla pidió a todos los residentes que evacuen la provincia y huyan a Rusia para “salvar vidas”, informó TASS. Los testigos describieron atascos de autos con personas que salían del territorio controlado por Rusia.
Las autoridades ucranianas no confirmaron la reconquista de Izium, pero el jefe de gabinete, Andriy Yermak, publicó una foto de las tropas a las afueras. Antes, tuiteó un emoji de uvas. El nombre de la ciudad significa “pasa”.
El anuncio de la retirada rusa se produjo horas después de que las tropas ucranianas tomaran la ciudad de Kupiansk, más al norte, el centro ferroviario que abastece al frente ruso en el noreste de Ucrania. Esto dejó a miles de tropas rusas sin suministros, en un tramo que vivió algunas de las batallas más intensas.
Asalto mecanizado
Hace días, las fuerzas de Kiev irrumpieron en el frente y han reconquistado docenas de ciudades y pueblos en un rápido asalto mecanizado, avanzando decenas de kilómetros al día
A primera hora del sábado, funcionarios ucranianos publicaron fotos de sus tropas izando la bandera azul y amarilla del país frente al ayuntamiento de Kupiansk, asestando un golpe que parecía ser decisivo para las guarniciones rusas abastecidas por los ferrocarriles de la ciudad.
Las fuerzas rusas ya habían abandonado Balakliya hace días.
En Hrakove, una de las decenas de pueblos reconquistados en el avance ucraniano, había vehículos rusos quemados. Cajas aún llenas de munición yacían esparcidas en las posiciones que los rusos habían abandonado con evidente precipitación.
El jefe de la policía regional, Volodímir Tymoshenko, dijo que agentes ucranianos llegaron para comprobar la identidad de los residentes que vivieron bajo la ocupación rusa desde el segundo día de la invasión.
“La primera función es proporcionar la ayuda que necesitan. La siguiente función es documentar los crímenes cometidos por los invasores rusos”, señaló.
“Rusia se retira”
Una testigo de Valuyki, una ciudad de la región rusa de Belgorod cercana a la frontera con Ucrania, dijo que vio a decenas de personas procedentes de Kupiansk, con familias comiendo y durmiendo en sus autos a lo largo de las carreteras.
“Estuve en el mercado y he visto a mucha gente de Kupiansk. Dicen que la mitad de la ciudad fue tomada por el ejército ucraniano y que Rusia se está retirando (...) los combates están cada vez más cerca”, afirmó la testigo.
El gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, aseguró que los funcionarios están dando alimentos y ayuda médica a las personas que hacen cola en un cruce hacia Rusia.
Los cohetes rusos alcanzaron la ciudad de Járkov el sábado por la noche, matando al menos a una persona y dañando varias casas, en el marco de un aumento de los bombardeos desde la contraofensiva de Kiev.
El abrupto abandono de la línea de frente rusa al sur de la ciudad de Járkov puso fin de forma rápida y repentina a un periodo en el que la guerra se había librado como un incesante pulso en un frente estático, favoreciendo la ventaja de Moscú en cuanto a potencia de fuego bruta.
Las fuerzas rusas lucharon con dureza para capturar Izium al principio de la guerra y luego usaron la ciudad como base logística para una de sus principales campañas: un asalto de meses de duración desde el norte a la región adyacente del Donbás.
Había indicios de que Ucrania podría aprovechar el desorden con asaltos en otras zonas del frente oriental.
Más al este, las autoridades ucranianas insinuaron un posible intento de reconquistar Lisichansk, que Moscú tomó en julio tras semanas de lucha en una de las batallas más sangrientas.
El gobernador regional Serhiy Gaidai dijo que las tropas ucranianas fueron vistas a las afueras de la ciudad. El nombre de la ciudad significa “zorro”, y tras su tuit de las uvas, Yermak tuiteó un emoji de zorro. (Reuters)